Cómo empezar a entrenar en casa o al aire libre: Guía para principiantes

Planifica entrenamientos para los momentos en los que tengas más energía. Ya sea por la mañana o por la noche, la consistencia importa más que el tiempo.

Usa tu creatividad con lo que tengas en casa. Una mochila llena de libros puede servir de peso, o las escaleras pueden usarse para hacer step-ups.

Si te gusta la naturaleza, haz que los paseos o las carreras al aire libre formen parte de tu rutina. Para los amantes de la música, una lista de reproducción puede amenizar cada sesión.

Una ejecución incorrecta puede provocar lesiones. Mira videos instructivos de fuentes fiables y practica movimientos sencillos hasta que te parezcan naturales.

Empieza con sesiones más cortas o entrenamientos de baja intensidad, como paseos de 10 minutos o estiramientos básicos, y ve aumentando gradualmente.

Presta atención a cómo te sientes durante y después de los entrenamientos. El dolor muscular es normal, pero el dolor agudo no lo es: haz los ajustes necesarios.

Elige ejercicios compactos, como mountain climbers, planchas o fondos de tríceps en una silla.

Ten un plan de respaldo en interiores con ejercicios de peso corporal o yoga.

Fíjate objetivos pequeños y alcanzables y prémiate por cumplirlos. Un paseo panorámico o una nueva lista de reproducción también pueden reavivar el entusiasmo.

Por supuesto. Los ejercicios con peso corporal, como las sentadillas y las flexiones, son muy eficaces para desarrollar fuerza y resistencia.

Prueba explorar nuevos senderos, correr por zonas pintorescas o crear pequeños retos deportivos a lo largo del camino. La compañía de un amigo o familiar también puede hacerlo más ameno.

Programa los entrenamientos como si fueran citas y establece recordatorios. Concéntrate en lo bien que te sientes después de una sesión para mantener la motivación.